Cantabria rescata los objetos de la cueva de los emboscados de la Brigada Machado descubierta en Liébana

Los emboscados: Foro de la Historia enlace Guerrilla Antifranquista 1937/ 1957

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El helicóptero de Protección Civil del Gobierno de Cantabria traslada las pertenencias de los guerrilleros antifranquistas que se han descubierto 80 años después hasta el Museo de Arqueología para su posterior restauración y catalogación

Liébana en la Wikipedia

Hasta su Total Extermino

De Galaxia Gutenberg

 

La peripecia vital y la muerte de Manuel Sesé Mur, un pastor oscense que colaboró con el maquis antifranquista, son el punto de partida y de llegada, el hilo conductor de Hasta su total exterminio. La guerra antipartisana en España, 1936-1952, de Arnau Fernández Pasalodos, que publica Galaxia Gutenberg.
Así resume esa peripecia en su Introducción, “El ejemplo de Manuel Sesé Mur”:
Manuel Sesé pasó por casi todos los escenarios posibles de la guerra civil española y del sistema represivo de los vencedores. En primer lugar, participó en la revolución y en la guerra regular, defendiendo las posiciones republicanas del frente de Huesca. Cuando se produjo el hundimiento de la línea en marzo de 1938, se echó al monte, convirtiéndose en un huido, y a consecuencia de ello su familia fue represaliada y castigada. Tras presen- tarse ante los vencedores sufrió el calvario y las arbitrariedades de los consejos de guerra y de las cárceles franquistas; hambre, terror y tortura fueron el día a día para miles de vencidos. Pudo evadir la muerte a pesar de haber ostentado cargos directivos durante la revolución, y una vez en libertad vigilada volvió con su familia y recuperó cierta normalidad dentro de la vida civil. Sin embargo, sus convicciones políticas le llevaron a asumir todos los peligros que implicaba la colaboración con los órganos de la resistencia armada antifranquista. Ni la experiencia de la guerra, ni el trauma de ver a su mujer encarcelada, ni haber tenido que huir por los montes perseguido por la Benemérita, ni un consejo de guerra, ni cinco años de prisión y torturas evitaron que se sumase a la lucha contra la dictadura a través de un comité de resistencia. Ya solo quedaba el último escalón en la maquinaria represiva del franquismo: la muerte. Al Nuevo Estado y a la Guardia Civil, su agencia preferente para la lucha antiguerrillera, no les temblaron las manos a la hora de asesinar a individuos como Manuel Sesé, que por sus ideales políticos y por su actitud resistente quedaban fuera del proceso de construcción de la comunidad nacional.
¿Cómo fue posible que un pastor oscense muriera de un disparo a bocajarro efectuado por un guardia civil a principios de 1948? Es más, ¿por qué los miembros de la Benemérita no terminaron siendo investigados por asesinato, sino que los responsables del operativo fueron recompensados con diversas cruces al mérito militar?
A partir de ese ejemplo y usando una metodología de microhistoria significativa, Fernández Pasalodos aborda en este ensayo la guerra irregular entre insurgencia y contrainsurgencia en España entre 1936 y 1952 en diferentes territorios peninsulares. Entre fuerzas militares regulares y partidas de huidos y maquis que se echaron al monte antes de entregarse o después de salir de prisión y se organizaron en pequeños grupos para practicar la resistencia, más que con el enfrentamiento directo, asimétrico y desfavorable para ellos, con una guerra de guerrillas amparada en la sorpresa y en el sabotaje.
La respuesta fue la creación de contrapartidas, de “sectores de persecución de huidos”, en los que, por el predominio espacial de ámbitos rurales, tuvo un papel destacado la Guardia Civil, cuyo director general, Eliseo Álvarez-Arenas, afirmaba en 1941: “A los enemigos en el campo hay que hacerles la guerra sin cuartel hasta lograr su total exterminio, y como la actuación de ellos es facilitada por sus cómplices, encubridores y confidentes, con ellos hay que seguir idéntico sistema.”
Hasta su total exterminio, que debe su título a esas palabras, contextualiza esta lucha de partidas y contrapartidas en un marco más amplio:
Para entender la violencia, es necesario insertar el caso español en un escenario: Europa. La resistencia armada republicana se anticipó a sus homólogas europeas y se dilató en el tiempo más allá del final de la Segunda Guerra Mundial, y eso hace que no pueda leerse desde la excepcionalidad de un caso nacional, sino que debe entenderse, antes que nada, como una experiencia europea en consonancia con el marco político-geográfico mucho más amplio en que tuvo lugar. La experiencia española de guerra irregular hay que encuadrarla con las coexistidas en el Frente Oriental, Francia, Yugoslavia o Italia, sobre todo desde el análisis de las políticas y prácticas contrainsurgentes, porque el fenómeno de guerra contrainsurgente en Europa fue tan relevante y dilatado en el tiempo que, en realidad, podemos hablar de una guerra antipartisana europea entre 1936 y 1952.
Una guerra asimétrica que se prolongó durante más de quince años desde la serranía de Cádiz hasta las calles de Moscú y en la que la principal víctima fue la población civil, sobre todo de zonas rurales. A esa contextualización de la situación de España en el marco de la guerra antipartisana europea, al inicio de la resistencia armada y al origen de aquella guerra irregular de exterminio dedica Fernández Pasalodos la primera de las cinco partes en las que articula su ensayo, que aborda en su segunda parte las leyes de represión del bandolerismo, las represalias masivas contra las redes de colaboradores y la violencia sexuada contra la población civil, las deportaciones y los campos de concentración, el uso de escudos humanos o la exposición de cadáveres como escarmiento y aviso.
El entramado de la contrainsurgencia franquista, con la aplicación de la ley de fugas, la uniformidad estratégica y el paradójico contraste entre guardias civiles con alpargatas y guerrilleros con tricornios y correajes y la suma de delaciones, deserciones y labores de información, es el eje de la tercera parte, a la que sigue otro apartado -«¿Y qué hace la Guardia Civil?»- que explica la dureza represiva a partir del proceso de radicalización de los comportamientos violentos de la contrainsurgencia.
Uno de los aspectos más interesantes del ensayo es el que se trata en su quinta parte -‘Bailar con la más fea: la experiencia de los guardias civiles y sus familiares’-, donde se analizan las precarias condiciones de vida de los guardias (la mayoría de extracción social humilde) que participaron en la lucha antiguerrillera, sus miedos y sus fracasos, porque “hasta la fecha se han escrito numerosas biografías y decenas de monografías sobre las experiencias de los guerrilleros y sus colaboradores, pero apenas sabemos nada de lo que vivieron y sufrieron miles de guardias civiles y soldados. Es más, solo se ha mirado hacia los guardias civiles para hablar de las prácticas violentas, es decir, para analizar la represión, pero jamás se ha hablado de las miserias y fatigas de la guerra antipartisana. Las condiciones de vida de los guardias civiles es una de las caras más ocultas de la lucha antiguerrillera.”
Igualmente, “el papel que jugaron las esposas y los hijos de los guardias civiles en los espacios de lucha antipartisana ha sido el más ignorado. En algunos momentos, las mujeres fueron determinantes en la actuación de los hombres en las labores represivas, ya que ellas también vivían en el teatro de operaciones y sufrieron en sus propias carnes el rechazo social al trabajo de sus maridos: miradas desafiantes, gestos de desprecio, malas palabras o la negativa de algunos tenderos a venderles sus productos”, explica en el capítulo ‘De esposas a viudas’ Fernández Pasalodos, que cierra el ensayo con un epílogo -‘Manuel Sesé y yo’- en el que concluye que “este trabajo me ha permitido no solo entender el porqué de su muerte, sino también el del resto de miles de hombres y mujeres que terminaron asesinados, torturados, deportados y encarcelados en lo que la dictadura franquista entendió como una guerra “hasta su total exterminio”.

Vida y muerte de Manuel Sesé Mur (Peraltilla, 1912-1948).

 

  Nació en Peraltilla en el año 1912, en el seno de una humilde familia de labradores. En su juventud se marchó a trabajar a Barcelona, de jardinero, donde contrajo matrimonio con Dña. María Miralles, natural de Valencia, estuvo varios años y debió tener contactos con los movimientos anarquistas, adquiriendo su ideología que defendió con todo su ser y hasta su muerte.

Volvió a su pueblo natal en el año 1931 y al declararse la República, luchó con denuedo para conseguir establecer sus ideales en el pueblo, intentando implantar una colectividad agraria con la ideología de libertad e igualdad y lo de todo para todos «donde todo el mundo debe aportar sus bienes, tierras, animales e implementos de trabajo, así como los productos de la tierra que tengan en sus almacenes o en sus domicilios».

De momento no lo consiguió, pero al estallar la Guerra Civil aquel movimiento idealista del Sindicato de la C.N.T., cuajó y se implantó la Colectividad.  D. Manuel, fue el  presidente del Comité que estaba fundado, entre otros, por D. Ángel Budiós Biescas, D. Antonio Riverola Colungo, D. Eusebio Budiós y otros.  La colectividad funcionó durante bastante  tiempo, pero aquella ideología de libertad e igualdad y lo de todo para todos, no fue posible, y también hubo familias marginadas.

Según cálculos de Bemecker, en España se organizaron unas 1.500 colectividades agrarias, de las que 450 pertenecieron a Aragón, donde se dio la manifestación más avanzada de esta experiencia anarcosindicalista.   Las oficinas y almacenes se ubicaron en la Abadía del párroco y la iglesia parroquia! sirvió de silo o almacén de grano, y hasta de salón de baile.  Recuerdo como marchaban a trabajar el campo todos los hombres del pueblo en dos grupos o cuadrillas, que partían del Suelo Lugar con los carros y caballerías, comandadas las cuadrillas por D. Andrés Budiós, hijo (casa Biesquetas) y por D. Tomás Zamora (casa Algayón) al que apodaban Durruti, porque se cubría la cabeza con una gorra igual ala que llevaba el famoso anarquista.

D. Manuel a pesar de sus ideales anarco-sindicalistas, como todo buen idealista que cree en lo que dice y piensa, fue un hombre que hizo mucho bien a muchas familias peraltillenses.

En los primeros días de la Guerra Civil, aquellos descontrolados que apodábamos los » Aguiluchos» y, que tantos asesinatos y tropelías cometieron, vinieron a Peraltilla con una lista de treinta personas para llevárselos en un camión y darles «el paseo»  (asesinarlos) por alguna de las cunetas de la carretera como habían perpetrado con otros ciudadanos de otros pueblos. Eran treinta cabezas de familia destinados a morir, entre ellos mi padre; pero gracias a D. Manuel Sesé que se enfrentó a aquellos energúmenos se salvaron de una muerte cierta.

Recuerdo esta frase comentada por muchas personas del pueblo, que D. Manuel dirigió a aquellos «aguiluchos»: «en este pueblo no sobra nadie y para llevároslos tendréis que pasar por encima de mi cadáver «, todo un gesto de hombría y de hombre de bien.

También salvó al párroco Rbdo. D. Vicente Benito, al que proporcionó ropas de paisano y vituallas para varios días, y le dijo que se fuera del pueblo porque les comprometía, indicándole que se fuera hacia la sierra de Guara y que se pasará al bando franquista en Huesca; en su camino hacia la sierra de Guara,  D. Vicente tuvo la desgracia de toparse con un conocido (cantor en los entierros) en Alberuela de La Liena, que le reconoció, le denunció y entregó al Comité de Abiego y estos le asesinaron junto a otras diez personas en una cuneta cerca del puente viejo de Lascellas.

Después estuvo, como miliciano, defendiendo a la República en el famoso «Carrascal» del frente de Huesca.  Terminada la Guerra Civil, D. Manuel estuvo huido por los montes, pues era buscado por la Guardia Civil, y al no poder detenerlo, detuvieron y encarcelaron a su esposa Dña. María Miralles, como medida de presión, por lo cual este Sr. se entregó y fue encarcelado en la cárcel de Barbastro, donde le torturaron con grandes palizas para que abjurara de su ideología anarquista, lo que nunca consiguieron, siguiendo fiel a sus ideales hasta su muerte.

Después de cuatro años en la cárcel de Barbastro y de un año en la de Zaragoza, fue liberado porque en su causa incoada, no se le encontraron delitos de sangre, extorsiones, ni robos o apropiaciones indebidas para su provecho personal.  Las  personas que ocupan cargos públicos, no lo hacen a gusto de todos y tienen sus enemigos y también sus amigos. Recuerdo que un día del mes de mayo, estaba tomando lecciones de Latín con el párroco D. Ezequiel Guisásola, en la cocina de la Abadía cuando se presentaron unos señores del pueblo, que después de los saludos de rigor le espetaron:  -Mosén estamos muy dolidos y enfadados con Vd.-  Repuesta de D. Ezequiel -¿puedo saber el motivo?- Contestaron  -Sí, sabemos que Vd. tiene mucha amistad con Manolo «el Pastor» y que va mucho por su casa y no viene nunca a las nuestras-   Respuesta de D. Ezequiel  -pues, es cierto, verán, este señor no viene nunca a la iglesia y no cree en Dios, voy a su casa para intentar convencerle de que Dios existe y que venga a cumplir con su iglesia, es una oveja descarriada e intento atraerla al redil de Dios, ustedes ya creen en Dios y vienen todos los domingos a Misa por lo tanto ustedes ya no me necesitan, él sí-.

jQué respuesta de un sacerdote que se preocupaba por una oveja descarriada!, ¡qué sentido de la responsabilidad ante Dios!, y para mí, ¡qué gran sacerdote!. Murió el día 20 de enero de 1948, a consecuencia de un disparo de fusil disparado por la Guardia Civil, al aplicarle la Ley de Fuga, pues, según parece, se había unido a los Maquis, y en un registro de su casa, se encontraron armas de fuego. Murió en el Hospital Provincial de Huesca y fue enterrado en el cementerio de la misma ciudad en tierra no sacra.

Cuando terminó la Guerra Civil, yo tenía 9 años y entré de aprendiz de barbero con D. Ángel Gombáu, Practicante y Barbero. En la barbería se oían comentarios para todos los gustos, unos, a pesar del miedo a hablar, decían que D. Manuel fue un hombre bueno, otros que fue un maldito; yo desde estas líneas no juzgo a nadie, únicamente relato unos hechos, pero Jesús dijo «por sus hechos les conoceréis «, y hay un aforismo que dice «no juzgues si no quieres ser juzgado «.

Alfredo Coronas Nadal
Agosto de 2.002

Blog Cuando los maquis Vida y Muerte de Sese Mur

 

 

Francisco Sabate Llopart, «Sisquet»

Nacido el 30 de marzo de 1915 en l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) asesinado el 5 de enero de 1960 – Mecánico – FAI – CNT – Barcelona (Cataluña) – Francia «Grupo  “Quico”;

A la edad de siete años, Francisco Sabaté Llopart fue confiado por su padre a un centro penitenciario de menores, el Asilo Duran , del que escapó para regresar a casa. Comenzó a trabajar desde muy joven en un taller de fabricación de fuentes y hacia 1930 ingresó en la CNT de Hospitalet de Llobregat y asistió a la escuela racionalista Francisco Ferrer .

En 1932 fue uno de los organizadores del grupo de acción Los Novatos , miembro de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), y luego participó en el movimiento insurreccional de diciembre de 1933. En octubre de 1935 recuperó las armas abandonadas por los nacionalistas catalanes. Ese mismo año se insubordina al ejército y expropia un banco en Gavà para financiar la ayuda a los presos.

Desde el 27 de agosto de 1936, Francisco Sabaté fue miliciano de la Columna de Los Aguiluchos  ; Fue entonces armero de la 126 Brigada de la 28 División (antigua Columna Ascaso ) y luego de la 25 División (antigua Columna Ortiz ). En 1938, en el frente de Teruel, ejecutó al comisario político comunista Ariño, responsable de la masacre de una compañía confederada. Se refugió entonces en Barcelona donde cumplió varias misiones para el Comité de Defensa de la FIJL y en particular la liberación de varios compañeros detenidos y encarcelados por los estalinistas tras los sucesos de mayo de 1937. Detenido por el SIM comunista, consiguió escapar a Vich tras disparar a los carabineros y se incorporó a la 26 División (ex Columna Durruti ) donde durante los combates de Montsech en febrero de 1939 obtuvo la medalla al valor militar.

Tras pasar a Francia con la 26 División en febrero de 1939, Francisco Sabaté fue internado en el campo de Vernet, del que escapó rápidamente. Luego regresó al campo para recibir tratamiento por la tuberculosis que padecía. Enviado a trabajar en un polvorín de Angulema, participó a partir de 1941 en los primeros grupos de resistencia y en una red de contrabandistas en la frontera de la región de Perpiñán.

Tras la Liberación se dedicó por completo a la lucha clandestina en España y en 1945 organizó el paso de armas y puntos de apoyo así como la liberación de presos en Cataluña.

El 26 de febrero de 1948, Francisco Sabaté mató a tiros al policía Oswaldo Blanco Gregorio, quien amenazaba a su hermano José. Los dos hermanos lograron escapar después de recuperar el arma y los papeles del policía. El 23 de noviembre de 1948, fue condenado en ausencia por un tribunal francés a tres años de prisión por “crear un almacén de armas y explosivos ”.

El 2 de marzo de 1949 participó en Barcelona con el grupo de Los Maños en el fallido intento de asesinato del comisario Quintela. Al mismo tiempo, con el grupo de José Lluis Facerias, participó en una intensa campaña de atentados ante la visita de Franco a Barcelona. Francisco Sabaté Quico fue detenido en Francia en junio de 1949 e internado durante un año en la prisión de Montpellier.

El 17 de octubre de 1949, su hermano José murió durante un enfrentamiento en la calle Trafalguar de Barcelona, ​​y el 2 de febrero de 1950, su otro hermano Manuel fue fusilado en el Camp de la Bota de Barcelona.

Francisco Sabaté Llopart fue arrestado nuevamente en Francia en febrero de 1951 en relación con el ataque al furgón correo de Lyon. Según se informa, lo interrogaron tan duramente que intentó suicidarse dos veces. Posteriormente fue puesto bajo arresto domiciliario en Dijon entre 1951 y 1955.

F. Sabaté y su mortero (Barcelona, ​​1955)

Tras enfrentarse a los dirigentes del MLE en Francia, fundó en 1955 los Grupos Anarcosindicalistas (GAS), que editaron el periódico El Combate y siguieron siendo muy activos en Cataluña hasta su desmantelamiento por la policía en 1957, seguido de más de cuarenta detenciones.

En 1957, Francisco Sabaté fue encarcelado nuevamente en Montpellier tras el descubrimiento de un depósito de armas. Fue liberado en julio de 1958 después de ocho meses tras las rejas.

En septiembre de 1959 participó en el pleno del MLE en Vierzon donde se habían reactivado los principios de la lucha violenta contra el régimen franquista. En diciembre de 1959 Francisco Sabaté Llopart Quico visitó España junto a Antonio Milagro Guitart, Francisco Conesa Alcaraz, Rogelio Madrigal Torres y Martín Ruiz Montoya. Rápidamente localizado y rodeado en Mas Clara (Gerona) el 3 de enero de 1960, todos sus compañeros fueron asesinados. Herido, Francisco Sabaté, el único que había conseguido romper el cerco, intentó entonces llegar a Barcelona en tren. Al llegar a Sant Celoni, saltó del tren pero fue perseguido por la Guardia Civil y el Somatén y murió fusilado el 5 de enero de 1960.

Fue compañero de Leonor Castell Martí con quien tuvo varios hijos.

PD:

Fuentes: M. Iñiguez “Enciclopedia…”, op. cit. // A. Téllez “Sabaté…”, op. cit.//

Iconogr. :A. Téllez.

Francesc

«Franesc en la Wikipedia»

«Francisco en Historia Hispánica»

FRANCESC SABATÉ  «QUICO» PORTAL LIBERTARIO OACA
 Francesc Sabate Llopart  (El Quico) El atentado contra Eduardo Quintela  .
FRANCISCO SABATE LLOPART – MILITANTE ANARQUISTA Y GUERRILLERO ANTIFRANQUISTA

 

Tumba de Sabaté vandalizada

Paco Bedoya: el último maquis traicionado por su cuñado

Asesinado en una emboscada en Cantabria

Francisco Bedoya Gutiérrez El Bedoya

 

Nacido en Serdio (Santander) en 1929 – asesinado el 2 de diciembre de 1957 – PCE – Grupo de Juan Fernandez Ayala“Juanin” – Asturias & Cantabria, había estado en Francia, probablemente enviado por el PCE, para seguir una instrucción militar en un centro de los Pirineos. Bajo el nombre de Paco sirvió como agente de enlace de la guerrilla.

Fue arrestado en 1948 y encarcelado. Se fugó el 14 de febrero de 1952, a falta de dos meses para cumplir su condena, del Destacamento Penal de Fuencarral (Madrid) y se incorporó a lo que quedaba del grupo de Juan Fernández Ayala Juanín , quien lo habría nombrado jefe del Estado Mayor de la Brigada Guerrillera de los Valles de Liébana . Sin embargo, El Bedoya actuaba la mayoría de las veces solo y a veces acompañado de Juanín .

El 4 de diciembre de 1952, escondido en un sótano de la casa de Pedro Noriega Díaz, uno de los agentes de enlace de la guerrilla, escapó por poco de una redada de la Guardia Civil, que no lo encontró, pero detuvo a Noriega y su familia. Durante una incursión en San Salvador de Cantamuda, Palencia, un secuestro le permitió recuperar un rescate de un millón de pesetas. El Bedoya escapó de la emboscada en la que fue asesinado Juan Fernández Ayala Juanin el 24 de abril de 1957 .

Francisco Bedoya Gutiérrez fue asesinado el 2 de diciembre de 1957, junto a su cuñado, José San Miguel Álvarez, quien preparaba su evacuación a Francia, en la carretera de Santander a Bilbao, en el kilómetro 158. Inicialmente, y a pesar de ser herido por cinco balas en el estómago, Francisco Bedoya logró escapar hacia la montaña, pero perseguido por la Guardia Civil acompañada de perros, fue localizado escondido detrás de unas rocas. Rodeado, fue abatido a tiros tras herir a un cabo del puesto de Torrelavega (Santander). Francisco Bedoya fue enterrado en Castro Urdiales, alejado de otras tumbas.

Parece que fue vendido por su cuñado José San Miguel Álvarez. Fue mientras circulaban en motocicleta por la carretera de Francia entre Puente de Oriñón e Islares cuando los dos hombres fueron ametrallados desde un coche. Francisco Bedoya, comprendiendo la traición, entonces disparó a su cuñado.

Francisco Bedoya ha sido acusado por las autoridades de cometer alrededor de 40 atentados y ocho asesinatos.

En el nombre del padre: la hija del guerrillero antifranquista que recuperó su apellido a los 70 años

 

Olga Agüero

Santander —

26 de abril de 2025 21:50 h

Josefina nació dos veces. La primera, como Josefina Solano, hija de María, madre soltera. La segunda, con 70 años, como Josefina Lavín, hija de Pin El Cariñoso. La primera vez nació presa. Vino al mundo en 1942, entre rejas, en la prisión de Las Oblatas de la calle del Monte de Santander, donde su madre María Solano Otí, conocida como Cuca, cumplía una condena política de treinta años de cárcel.

Las autoridades franquistas le negaron el apellido de su padre, José Lavín Cobo, uno de los míticos guerrilleros cántabros defensores de la República, cuyo historia recuperó el escritor Isidro Cicero en un libro publicado en 1977 que provocó una enorme conmoción social. La dictadura no reconocía más que a los hijos nacidos de padres casados por la Iglesia, y María y José no habían celebrado matrimonio alguno, ni civil ni religioso. Por ello, María no fue considerada una hija legítima, sino una hija ‘natural’, en la terminología de la época.

Enlace de la noticia de El Diario completa.

Grupo “El cariñoso” – Santander (Cantabria)

 

 José Lavín Cobo  “El cariñoso”, “Pin el cariñoso”
asesinado el 17 (¿o 27?) de octubre de 1941 – Baker – MLE – CNT –

Desde el inicio del golpe de estado franquista de julio de 1936, José Lavín Cobo El Cariñoso había combatido en el Batallón Confederal Libertad al mando de Cecilio Galdós y donde era sargento en los grupos 122 y 126. Tras la caída de Santander tomó parte en los combates en Asturias. Tras la caída del frente norte, regresó a San Roque de Río Miera (donde probablemente nació) y trabajó como panadero para su primo Pepe Vian. A finales de 1937 o principios de 1938 fue detenido por la Guardia Civil y conducido para ser interrogado al cuartel general de Falange situado en la antigua Casa del Pueblo de Liérganes. Mientras esperaba el interrogatorio, escuchó una conversación y comprendió que lo iban a ejecutar. Con una cuchara hacía un ruiseñor, abría la puerta y tras desarmar a un guardia municipal, huiría y llegaría al monte donde formaría un grupo guerrillero conocido como la Brigada Malumbres .

Este grupo -que incluía a Raimundo Casar Acebo Tampa , Orestes Gutiérrez Manonegra , Laureano Lavín Cobo El Paisa , Belisario Lavín Cobo Sario , Pedro Lavín Melenas , Domingo Samperio Rada , Rafael Hazas Arce Ferroviario , Nemesio Hazas Arce Nemesio , Constantino El Madrileño , Andrés El de la Valienta , Víctor El Americano , El Asturiano y Ramón Agudo- tenía como zona de acción las montañas de Liérganes (Cantabria) donde para el año 1940 se le atribuyen una decena de atentados, un secuestro y tres enfrentamientos con la policía donde resultaron notablemente asesinados O. Gutiérrez Manonegra y Ramón Agudo.

Monumento al grupo de José Lavín Cobo

En 1941 la Guardia Civil consiguió desmantelar su red de agentes de enlace, lo que impulsó a su hermana Dolores y a su primo Pedro a unirse a él en el movimiento guerrillero. El 17 (o 27) de octubre de 1941, tras la infiltración de un informante llamado Escalante, y mientras preparaba su evacuación a Venezuela, José Lavín Cobo El Cariñoso fue sorprendido y asesinado en la calle Santa Lucía número 44 de Santander.

Al mes siguiente, el 28 de noviembre, en otro barrio fueron asesinados Dolores Lavín Cobo, Pedro Lavín Melenas y luego Laurano Lavín Paisa . Dos días después, también fue asesinado Santiago Martín Fernández, guerrillero del grupo. María Solano, pareja de José Lavín, cuya madre había sido fusilada por los franquistas y que estaba embarazada, fue golpeada violentamente en el estómago por la Guardia Civil. El padre de José Lavín también fue torturado y murió como consecuencia de ello. Sólo Rafael Hazas Arce Ferroviario –quien en 1943 reorganizaría un grupo llamado Guerrilleros del Norte– y Raimundo Casar Acebo Tampa escaparían del exterminio del grupo.

El 27 de octubre de 2007 la CNT de Cantabria rindió homenaje a José Lavín Cobo en el cementerio de Ciriego.

Torrelavega/ Josep Gros Camisó

Josep Gros i Camisó , también conocido por el apodo de Antonio el Catalán , ( Manresa , 26 de noviembre de 1913 – Torrelavega , 13 de julio de 2009 ) fue un activista político y guerrillero comunista catalán .

Sus padres eran militantes de la CNT . A los 9 años empezó a trabajar en un taller de bicicletas y motos. Más tarde trabajó de mecánico en las minas de potasa de Súria . En 1934 se afilió a la sección catalana del Partido Comunista de España .

Cuando el 18 de julio de 1936 estalló la Guerra Civil, formó parte de la primera columna del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC). Gros estuvo en Tardienta (Huesca), a las órdenes de Manuel Trueba y después en Madrid con el Regimiento Engels. En diciembre de 1936 regresó a Aragón, donde inició su formación como guerrillero.

En febrero de 1937 fue enviado a la escuela de guerrilleros de Valldoreix, dirigida por instructores soviéticos que preparaban a los guerrilleros para combatir en las líneas enemigas desde la retaguardia. Josep Gros estaba en la escuela de guerrilleros del XIV Cuerpo de Ejército , en el momento que las tropas republicanas a principios de 1939 se retiraban hacia la frontera. El 10 de febrero de 1939, con otros 15 republicanos pasaron a Francia. Allí, fue retenido en el campo de concentración de Sant Cebrià . Embarcado en el puerto de Le Havre el 4 de mayo de 1939 en el barco Maria Ulianova, llegó a Leningrado el 11 de mayo de 1939. Allí trabajó como mecánico en una fábrica de producción de camiones y turismos para el ejército soviético.

El 22 de junio de 1941 comenzó el ataque por sorpresa del Tercer Reich en la Unión Soviética . Gros fue al frente para llevar a cabo funciones de enlace y, posteriormente, ingresó en un grupo guerrillero que se dedicaba a realizar operaciones de destrucción en la retaguardia. Participó en la defensa de Moscú. Combatió en un cuerpo de élite en las repúblicas soviéticas de Bielorrusia y Ucrania. Durante ese tiempo, en una población, fue herido en un pulmón por una bala, que le entró por el hombro. [ 1 ]

Actuaba a las órdenes del famoso comandante guerrillero Dimitri Medvedev. Gros luchó como guerrillero hasta el triunfo de las fuerzas soviéticas en 1945, cuando entraron en Berlín. Recibió la Medalla del Valor de la Unión Soviética en noviembre de 1941, por la defensa de Moscú; la Medalla del Guerrillero de primer grado, otorgada por hechos heroicos en la retaguardia alemana; la Orden de la Bandera Roja; la Medalla de la defensa de Moscú y la Medalla de la Victoria.

En 1946, abandonó la URSS para pasar a París. Allí, llevó a cabo diferentes trabajos de enlace con el interior como hombre de confianza de Santiago Carrillo . En 1949 participó en una exploración para estudiar la posible creación de una base guerrillera en Cataluña. Por encargo de la dirección del partido, desde agosto de 1950 contactó con la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón para diagnosticar el estado de la agrupación y preparar su evacuación. Éste es un episodio oscuro, y aún poco conocido, en el que Gros tuvo que vencer la resistencia de buena parte de los combatientes a dejar las armas. Se produjeron diversas ejecuciones de guerrilleros por los propios guerrilleros, en un momento en que el estalinismo hacía uso de las descalificaciones y purgas para resolver las disensiones internas. [ 2 ] Una vez cumplida su misión, pasó a Francia y en la década de los 60 se estableció en Madrid, en la clandestinidad

De 1964 a 1975 fue miembro del Comité Central del PCE y posteriormente se encargó de la seguridad del partido. A los 70 años publicó Abriendo caminos: relatos de un guerrillero comunista español , con prólogo de Dolors Ibarruri .

El 13 de julio de 2009 murió en el hospital de Sierrallana, en Torrelavega .

Puebla de Valbona /Miguel Buenaventura, «Amador»/Manuel Torres «Rodolfo»/Daniel Bolós Veintehuit/ Manuel Blesa «Pitorro»/Emiliano Alcalá Vicente «Alcalá»/Emiliano Alcala Baños «Alcala»/Federico Montesinos «Montesinos»

Enlace de Blesa en el Blog

  • Miguel Buenaventura, Blesa «Amador»Miguel»
  • Nacido en Valbona (Teruel) en 1924 – AGL, sector 17 – Teruel (Aragón) – Francia
    Miguel Buenaventura se unió el 17 de enero de 1947 en el sector 17 de la Agrupación Guerrillera de Levante (AGL). Fue evacuado a Francia en 1952.